Por:
- 17 Marzo 2022
Para hacer búsquedas en Internet, destacamos dos herramientas: buscadores y directorios. A continuación, definimos cada término para saberlos distinguir.
Buscadores
Los buscadores tienen un programa informático llamado araña (spider o crawler) que se mueve por Internet leyendo los diferentes sitios publicados. Los robots almacenan directamente en sus bases de datos (indexación) la información que van analizando de las nuevas páginas que visitan o las modificaciones que se han producido en páginas que ya habían visitado anteriormente.
En otras palabras, al encontrar lo que está buscando, el spider de Google indexa dicho contenido. Es decir, lee la página web, analiza su contenido, lo clasifica y lo guarda en la base de datos de Google para futuras búsquedas dentro de su índice. Es importante apuntar que indexa todo el contenido incluyendo texto, vídeos, imágenes, enlaces y códigos.
Para que un buscador localice un contenido en Google, este debe estar indexado, es decir, tiene que ser visible para el buscador.
Metabuscadores
Otras variantes de los buscadores son los metabuscadores. Sus características son las siguientes:
- No cuentan con bases de datos propias. Se alimentan de los resultados facilitados por otros buscadores.
- Permiten hacer una búsqueda por el mismo criterio en diversos buscadores simultáneamente.
- Algunos de ellos tienen establecido una lista de buscadores por defecto y, en otros casos, permiten al usuario elegir los que les resulten más interesantes.
- Los resultados son presentados en una única interface. Desde el punto de vista del usuario, la búsqueda es transparente, simplemente se le presentan los resultados que ha conseguido de los distintos motores de búsqueda con los que tienen acuerdo.
- Ejemplos de metabuscador: Dogpile, Startpage, WebCrawler y All in One.
Directorios
Los directorios ordenan los diferentes sitios por categorías. Normalmente, el usuario selecciona la categoría en la que quiere dar de alta su página web y, posteriormente, hay un proceso de revisión editorial que decide si procede el alta en esa categoría o lo rechaza.
Antes de tramitar el alta en un directorio, es apropiado pensar bien la descripción y el título que queremos que aparezca, puesto que los revisores pueden tardar semanas en aceptarnos un alta y meses en atender una modificación.
Por la misma razón, también deberemos prestar especial atención a la categoría que hemos elegido para dar de alta nuestro sitio web. Tendremos que ser lo más descriptivo posible para facilitar al usuario el acceso a nuestra información.
En algunos directorios disponen de personal llamados surfers, que visitan webs con el fin de clasificarlas y darlas de alta en el directorio.
La diferencia de los buscadores con los directorios es que estos últimos trabajan de forma pasiva esperando que los propios usuarios o webmasters se den de alta y les informen en qué consiste dicha página.